Paso 1: Frente a un espejo y con los brazos abajo fíjate si alguna de tus mamas está deformada, si hay cambio de color o si el pezón está desviado o hundido.

Paso 2: Coloca las manos en las caderas, presiona firmemente. Inclínate hacia adelante y busca si alguna de tus mamas está deformada, si hay cambio de color o si el pezón está desviado o hundido.

Paso 3: Ahora observa los cambios, pero con los brazos extendidos hacia arriba.

Paso 4: De pie, con una mano detrás de la cabeza, explora toda la mama con movimientos circulares, empezando por la axila hasta terminar en el pezón.

Paso 5: Repite los pasos 1, 2, 3 y 4, pero ahora acostada y con una almohada bajo tu espalda.

Paso 6: Al terminar tu exploración, aprieta el pezón y observa si hay salida de líquido anormal.